Una periodista española se declaró en rebeldía y dejó crecer en libertad el vello de sus piernas, axilas y rostro, cansada de “la tortura” que debía enfrentar. Se decidió a dar la pelea contra esta presión social, pese a que reconoce temor a enfrentar la playa.
“He vivido la depilación como una tortura. Una pérdida de tiempo que, además, me acarreaba sufrimiento. Un sinsentido, vamos. Pero tampoco le daba más vueltas. Al fin y al cabo, soy mujer, así que tengo que depilarme, ¿no? ¿Acaso me queda otra opción?”, escribió Paloma Goñi en un blog de The Huffington Post.
Allí se describe como una mujer “muy peluda”, lo que para ella es más notoria al tener “la piel muy blanca y los vellos muy negros (…) Mis piernas y mis axilas son verdaderas selvas”, asegura.
Dice estar criticando el hecho que las mujeres hayan llegado un punto en el que no hay elección: “No podemos elegir si nos depilamos o no. Se da por hecho. Y punto”.
Para ella la no depilación sigue siendo un tabú. “Un tema del que no se habla. Del que no se quiere hablar (…) hay que hablarlo, que las mujeres tenemos que volver a tener opciones sin tener que hacer una revolución”.
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