Muchas veces te habrás preguntado si los animales se dan cuenta y si sienten dolor cuando el hombre los caza. En el caso de los delfines, desde hace más de cincuenta años que la ciencia los estudia pero sólo hace pocos que descubrió que su cerebro se parece más al de los humanos de lo que pensábamos. Por ejemplo, se confirmó que tienen una memoria muy poderosa.
A través de dos nuevos experimentos realizados en Sudáfrica y Miami revelan que son capaces de identificarse frente a un espejo, algo que –hasta ahora sólo entre los humanos- es el signo de un reconocimiento de sí mismo.
Además, se comprobó que son capaces de diferenciar colores, formas y propiedades de objetos. Aprenden muy rápido, obedecen indicaciones de sus entrenadores cuando están en cautiverio, y hasta se pueden “aburrir” de trucos y juegos y encima ¡modificarlos sobre la marcha, espontáneamente, haciéndolos más complejos y distintos!
En algunas regiones del planeta, como en el sur de Brasil, ayudan a los pescadores a capturar peces y lo hacen desde hace varias generaciones, lo que indicaría un proceso de transmisión cultural; como cuando vos aprendés a seguir los ritos de tu país porque te los enseñó tu familia. Por todo esto, estos animalitos acuáticos son considerados la “segunda inteligencia en la Tierra”.
¡Ojo! Si bien los delfines se pueden adaptar a todos los mares del mundo, hoy están en peligro porque se los empezó a cazar y también sufren la contaminación de su hábitat, lo cual los hace vulnerables a enfermedades. De hecho, una población de ellos, las belugas del Ártico, está en borde de extinción por culpa de la contaminación que provocan las industrias de la zona.
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